Él arte del CUIDADO, no se aprende en unos pocos horas o en unas prácticas de semanas, sino, requiere un alto conocimiento tanto teórico como practico, actitudes cómo empatía, un alto grado de habilidades sociales, y competencias en la materia. Eso era en su momento la filosofía de los grandes pioneros de la enfermería, si estos hubieran desarrollado sus modelos. La enfermería, o más bien dicho “la profesional de promover y mantener la salud y el bienestar y cuidado”, desde sus orígenes, era considerada como una ocupación basada en la experiencia práctica y el conocimiento común, y no contemplaba el conocimiento científico de la profesión. Hoy sabemos que, para trabajar profesionalmente en la atención directa, ya sea en una Residencia o en el domicilio, es imprescindible definir una filosofía de cuidado y orientarse en un Modelo de Cuidado. La evolución de la implementación de un Modelo de Cuidado nace en 1852 con Florence Nightingale, ella nació el 12 de mayo. Su objetivo fue conservar la energía vital del paciente, y partiendo de la acción que ejerce la naturaleza sobre los individuos, colocarlo en las mejores condiciones posibles para que actuara sobre él. Y, en lo que a atención domiciliaria se refiere, los profesionales que prestan sus servicios deben de enseñar a los enfermos y a sus familiares a ayudarse a sí mismos a mantener su independencia. Por otra parte, el objetivo del modelo de Martha Rogers es procurar y promover una interacción armónica entre el hombre y su entorno. Así las enfermeras que sigan este modelo deben fortalecer la conciencia e integridad de los seres humanos, y dirigir o redirigir los patrones de interacción existentes entre el hombre y su entorno para conseguir el máximo potencial de salud. Hay muchos más modelos de cuidados con diferentes enfoques y filosofías, lo que todos tenían en común era encontrar la mejor manera de apoyar a la persona, cuidarla y fomentar su autogestión personal.
Seguro que hoy en día lo hubieran hecho diferente, como lo hice la catedra Krohwinkel de Alemania o el Böhm de Austria, pues los tiempos han cambiado, y la visión y las necesidades hacia la profesión también.
Hoy, cómo cada año el día 12 de mayo, se celebra el día internacional hacia el reconocimiento de la enfermería. Durante esta crisis del Covid19, no solo aquí, sino en todo el mundo, la profesión estaba desde el principio en el pie del cañón. No sólo su labor en los hospitales, o en los servicios comunitarios, sino, también en el ámbito social como en las residencia o en servicio de atención domiciliario, tiene presencia. De todas formas, la profesión tiene un gran reto y una gran oportunidad a la hora de salir de esta crisis, reforzada y enseñar el «CUIDADO» basado en evidencia es nuestro, y estamos a la altura de dar respuestas a la era «postcorona», como no podría ser de otra manera, como científicas que somos. Es él momento para que cambiemos también nuestra manera de ser y miremos hacia delante, con nuevos enfoques, retos y oportunidades para nuestra profesión, que no solo es hospitalaria sanitaria, sino también social.
Feliz día de enfermería a tod@s
Stephan Biel
Enfermero, Asesor y formador de innovación en gerontología social, atención centrada en las personas y cambio demográfico, Embajador La Alternativa Edén
Imagen portada: cortesía de Almacasa®, Switzerland
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